Vídeo y Reportaje La Huerta de Ramón y Elena

Verduras, hortalizas, frutas y flores (Cabra, Córdoba)

La Huerta de Ramón y Elena | Verduras, hortalizas, frutas y flores.

“Lo más bonito que hay en la vida es ver cómo nacen las plantas, ver cómo van creciendo los cultivos”. “Somos unos apasionados de la tierra, entendemos su lenguaje aunque sea a nuestra manera”. “Soñamos con que la gente esté más concienciada, que tenga más amor a la naturaleza”…

Esas frases son de Ramón Rubio y Elena Muñoz, dos personas que comparten un gran amor por la tierra, sus ciclos, sus cultivos, su equilibrio… Conocen la agricultura y las plantas con esa sabiduría que otorgan años de experiencia, de experimentación, de observación y son capaces de contagiar a cualquier persona esa admiración que tienen por la naturaleza.

Producen en una pequeña finca en el paraje de La Alcantarilla, también conocido como Los Callejones, en las afueras de Cabra, una tierra que ha sido cultivada desde hace siglos, tradicionalmente con frutales que, hoy por hoy, ya no existen. Desde hace siete años cuentan con la certificación en ecológico, aunque antes de tenerla, ellos ya hacían un cultivo respetuoso con la tierra.

“Criamos poca cosa, sobre todo para autoconsumo, así que ¿cómo vamos a envenenarnos a nosotros mismos? Además todo lo que le echas a la tierra también va a los acuíferos y a los pozos, es una cadena porque vuelves a regar con ese agua envenenada y al final llega a nuestra sangre”, explica Elena.

Cuentan con una gran variedad de frutales (ciruelos, granadas, albarillos, almendros, nogales, higueras, nísperos, perales, uvas, níspolos, madroños…); varias variedades de cada cultivo de hortalizas y verduras y una pequeña pero bellísima producción de flores ecológicas (calas, clavelinos chinos, alhelíes, iris, narcisos, nardos…).
Jugando en la huerta con los injertos

“A veces decimos que nuestra tierra parece como un muestrario, como un parque botánico porque hay muchas variedades diferentes, incluso tenemos una variedad de tomate propia, el tomate Rayel”, cuenta orgulloso Ramón.

Tienen un manejo especial con los injertos, obteniendo resultados sorprendentes, pero más allá de la experimentación lo que les mueve es el disfrute que le reportan las plantas y su cuidado: “Lo de injertar frutales… la gente eso lo ve interesante pero para mí es que es tan bonito y me gusta tanto que me gustaría que toda la gente pudiera vivirlo como yo, esa ilusión y alegría, ese regocijo… esa es el alma de nuestra producción”, añade.

Ramón y Elena son críticos con la especulación del mercado agroindustrial y la falta de precios justos. También conscientes del reto de la falta de relevo generacional en las tareas del campo. Además, se muestran preocupados por los planes urbanísticos que amenazan las tierras ancestrales de cultivos, el abandono de huertas o la dedicación de esas tierras al monocultivo del olivo.

Y tienen muy claros los efectos que el cambio climático está teniendo sobre la naturaleza. “¡Ni los gobiernos, ni los ayuntamientos ni ninguna institución hace nada!”, denuncia Ramón y lamenta que “se está estropeando la tierra a pasos agigantados… La naturaleza, lo que tenemos alrededor es tan bonito, que hasta te entran ganas de llorar y, sin embargo, se lo están cargando todo…”.

Por eso les hace “ilusión formar parte de Subbética Ecológica. No sólo por lo que criamos sino también por lo que podemos comprar, todo ecológico. Es muy importante que exista Subbética Ecológica y es importante que siga creciendo. Y que seamos de verdad una comunidad, que no vayamos cada uno con sus propios intereses por delante, sino en armonía de verdad, de cariño, sintiendo las cosas con corazón, con fe de que lo que estamos haciendo es importante”, concluyen.

Te acercamos la manera de trabajar, los valores y el espacio de nuestros productores y productoras con el afán de estrechar vínculos, cultivar la transparencia y dar a conocer nuestra red.

Alrededor de 450 soci@s integran la Asociación de Productores y Consumidores Subbética Ecológica, que desde el 2009 trabaja para fomentar y afianzar un desarrollo sostenible a través de la producción y el consumo ecológicos.

La campaña “El alma de nuestr@s productor@s” se ha realizado gracias a la colaboración de Diputación de Córdoba.

Entre 2017 y 2022 NanoMundo ha trabajado con la Asociación Subbética Ecológica en la Campaña “El alma de nuestr@s productor@s”: una serie de cortometrajes documentales, reportajes en profundidad y colecciones fotográficas que dan cuenta de las familias productoras que integran este colectivo de producción y consumo ecológicos.

Todo el material de este artículo forma parte de esa campaña.

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