La Huerta de la familia Lama Jurado

Verduras y hortalizas del Vado del Moro (Cabra, Córdoba)

La tierra que cada día trabaja Antonio perteneció a su madre y, antes, a su abuelo, con lo que él cree que es posible que esa parcela lleve siendo la misma huerta más de un siglo. “Yo comencé a trabajar la tierra en cuanto empecé a andar. Toda mi vida ha sido esto y sigo orgulloso de ser de esto”, afirma.

Huerta de la familia Lama Jurado | Verduras y hortalizas del Vado del Moro, Cabra – Córdoba.

En el paraje Vado del Moro de Cabra, una zona de huertas emblemática en el municipio, se encuentra la tierra de Antonio Lama, su mujer Chari Jurado y sus hijos Víctor y Álvaro. Una rica huerta que abastece de verduras y hortalizas a más de 60 familias y que, en un espacio no muy grande, tiene temporadas en las que puede recolectar más de cuarenta variedades diferentes.

Fue de las primeras en la zona en pasarse a ecológico, aunque ellos aseguran que el cambio no fue difícil ya que, nos cuenta Antonio, “el abuelo ya hacía el mismo sistema que estamos haciendo nosotros ahora, y mi padre, exactamente igual” en lo que se refiere a no usar químicos y cuidar de que hubiera una amplia variedad de plantas.

Vïctor Lama trabajando la huerta de su familia

Y explica Chari que “la gente piensa que, al meterse en la agricultura ecológica, el pulgón, las plagas son el principal problema” pero que no es así. “Entre otras cosas hemos aprendido que no pasa nada por vender una lechuga con pulgón, la gente que viene sabe que es mejor que tenga pulgón a que no tenga nada de nada. El público lo que quiere es la variedad y conseguir eso es lo verdaderamente difícil”, señala.

Y entre tanto cultivo, con lo que más disfruta Antonio “es con que las cosas se críen bien. Disfruto de verlas en la planta más que de recogerlas”, dice y añade que lo bueno de este sistema “no es que sea más comercial que el anterior, es sencillamente que ves quién se lleva lo que tú crías y esas personas ya no son solo consumidores, son como de la familia. Eso es una de las cosas que más me enorgullece y me agrada”.

Según Chari, a su huerta van consumidores “que saben perfectamente lo que ven, otros que no saben qué es ser ecológico y otros que sí que saben lo que es pero que, en la huerta, confunden las papas con las habicholillas, como un ingeniero que vino. Eso me hace sentir orgullosa, porque siempre me he sentido inferior a los demás por no haber estudiado, pero ver que a alguien con estudios le pase eso hace que me valore un poco más”.

Rosario Jurado

Y reivindica que nunca se haya apreciado el trabajo en el campo como se está haciendo ahora con el sistema ecológico. “Nunca se ha valorado que lo nuestro es imprescindible, que se necesitan las lechugas, las espinacas, las zanahorias ¡todos los días! Yo misma le he dicho a mis hijos que tenían que estudiar para irse del campo. Pero me he dado cuenta de que no hay que estudiar para quitarse del campo. Hay que estudiar para tener una preparación”, agrega.

Así que para Víctor, el hecho de que hace ocho años sus padres dieran el paso de cambiar la forma de cultivar y que participaran en la creación de Subbética Ecológica hizo que la idea de dedicarse también él a la huerta ya no le fuese tan ajena. “Tiene un plus de satisfacción eso de que venga la gente aquí, de que se relacione contigo, que seamos como una gran familia dentro de la asociación, que te sientas valorado…”, dice.

Y mira hacia el futuro con ambición y ganas de que esa gran familia siga creciendo. “Me gustaría que hubiera más huertas, que se ampliara la proporción de consumidores nuevos y productores nuevos en la asociación, que Subbética Ecológica diera trabajo a más gente y que sigamos siendo ejemplo para otras iniciativas”, concluye.

Antonio Lama

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Alrededor de 500 soci@s integran la Asociación de Productores y Consumidores Subbética Ecológica, que desde el 2009 trabaja para fomentar y afianzar un desarrollo sostenible a través de la producción y el consumo ecológicos.

La campaña “El alma de nuestr@s productor@s se ha realizado gracias a la colaboración de Diputación de Córdoba.

Desde el año 2017, NanoMundo trabaja con la Asociación Subbética Ecológica en la Campaña “El alma de nuestr@s productor@s”, una serie de cortometrajes documentales, reportajes en profundidad y colecciones fotográficas que dan cuenta de las familias productoras que integran este colectivo de producción y consumo ecológicos. Todo el material de este artículo forma parte de esa campaña.

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